El artista conceptual e ilustrador Toby Allen ha luchado durante años contra su propia enfermedad mental, (ansiedad social). En un proyecto que desarrolla desde el 2013 plasma en una serie de ilustraciones de monstruos que representan su particular visión de los trastornos mentales en los que pretende de dar un sentido real a algunas entidades clínicas.


La serie titulada “The mental illness Monsters” no es una guía diagnostica sino más bien una especie de cuentos de hadas clásicos y mitología, cuyos protagonistas son los trastornos mentales como la ansiedad, esquizofrenia, trastorno de la personalidad por evitación entre otros. Sus descripciones un tanto caprichosas del trastorno mental no pretenden ser rigurosas sino más bien una interpretación empática de los monstruos aterradores con los que algunos tienen que luchar día a día.

Ansiedad

El monstruo de la ansiedad es lo suficientemente pequeño como para sentarse en los hombros de su víctima y susurrarle cosas en su inconsciente, provocando pensamientos de miedo y preocupaciones irracionales. El monstruo de la ansiedad es a menudo percibido como débil en comparación con los otros monstruos, pero es uno de los más comunes y es muy difícil deshacerse de él.

Es común que lleven pequeños objetos vinculados a las ansiedades de sus víctimas como los relojes que representan un temor común pero irracional de las cosas que nunca podrían suceder. Nadie nunca ha visto la cara del monstruo de la ansiedad porque siempre lleva un cráneo como  máscara.

Ansiedad social

El monstruo de ansiedad social pasa la mayor parte de su vida bajo tierra o en áreas protegidas y aisladas. Debido a esto su piel aparenta ser pálida y anémica además tiene placas duras que sirven como un medio de defensa innecesario. Son de la misma familia biológica de los monstruos de ansiedad y paranoia pero debido a su forma extrema de vida han desarrollado una apariencia muy diferente.

El monstruo pasa la mayor parte de su tiempo en hibernación, pero proyecta su aura en huéspedes humanos con la esperanza de vivir una vida ordinaria que nunca podrá tener. En el proceso, el monstruo transfiere sus propias ansiedades a su víctima, por lo tanto monstruo y el huésped humano experimentan similares temores sociales irracionales o preocupaciones.

Trastorno de la personalidad por evitación

El monstruo de personalidad por evitación es similar al de la ansiedad social, pero mucho más pequeño en tamaño y prefiere vivir por encima del suelo. Pasa la mayor parte de su tiempo escondiéndose en los árboles, usando sus alas similares a hojas para camuflarse y ocultarse para que  nada ni nadie del alrededor lo pueda ver.

Tienen una apariencia antiestética para evitar el contacto con otros monstruos, pero en realidad son criaturas gentiles y amables, poseen una delicada belleza que incluso ellos mismos en su mayoría desconocen, interactúan con sus víctimas inocentemente, sólo desean ser amables pero sin intención de transmitir sus propias ansiedades de miedo a la víctima con esporas contagiosas excretados de sus colas.

Trastorno límite de la personalidad

Los monstruos límite de la personalidad son  de los más delicados pero a la vez los más siniestros de los monstruos. Se reúnen en pequeños enjambres alrededor de sus víctimas y usan feromonas para aumentar las emociones de su víctima antes de alimentarse de sus energías emocionales. Se alimentan de cualquier emoción, pero tienden a favorecer a los sentimientos de depresión.

Este monstruo está formado casi por completo de un hielo transparente haciéndolo invisible. Sólo la hoja de arce que forma su cola es visible a simple vista y luce como una hoja que cae. A veces, cuando los monstruos se saturan demasiado de cualquier emoción, pueden abrumarse demasiado  y se pueden romper como el cristal.

Esquizofrenia

El monstruo de la esquizofrenia es una vil criatura que manipula a sus víctimas para que sigan sus órdenes. Utiliza gases alucinógenos secretados por los poros bajo su vientre para controlar e influir en los demás a hacer lo que quiere. Sus víctimas se relacionan con el monstruo como una poderosa y controladora voz al interior de su subconsciente.

A menudo esta acompaña por otros monstruos como la Paranoia, La Esquizofrenia asume una función de autoridad tal cual líder de una banda mafiosa. Rara vez son vistos ya que les gusta esconderse en las sombras.

Paranoia

El monstruo Paranoia usa sus largas orejas como radar, rastreando la zona en busca de cualquier actividad. Las orejas son casi inútiles debido a los retorcidos cartílagos y la espesa piel, así que a menudo los sonidos se confunden y se mezclan y Paranoia casi siempre escucha información equivocada que comunica a sus víctimas.

Se alimenta de los sentimientos de ansiedad y miedo, los cuales se crean involuntariamente dentro de sus víctimas, trabaja conjuntamente con otros monstruos tales la esquizofrenia y la ansiedad con los  que comparte una fisiología similar.

Depresión

El monstruo de la depresión flota alrededor sin cesar, siempre cubre sus ojos para ocultarse del mundo exterior. Como consecuencia, siempre se topa con personas u otros monstruos que le causan más angustia a sí mismo en cada ocasión.

Su único alivio es envolver su fluida cola alrededor de la víctima y compartir su depresión.  La víctima no es consciente de este monstruo, pero sentirá una pesadez y desarrollará un estado de profunda depresión. Mientras tanto el monstruo absorberá cualquier emoción positiva de su anfitrión hasta que se esté satisfecho entonces buscara otro huésped.

Trastorno de identidad disociativo

El monstruo de identidad disociativo (también conocido como trastorno de personalidad múltiple) se caracteriza por su capacidad para mutarse según su antojo. Además de cambiar físicamente, esta criatura también asume diferentes personajes cada uno con su propia personalidad.

Este monstruo constantemente altera su forma la cual refleja en sus víctimas como personalidades alternas.  Si conviven muchas personalidades diferentes, el monstruo y su víctima pueden llegar a ser confundidos en su identidad original y múltiples personajes pueden entrar en escena.  Un error de perspectiva pueda hacer lucir a este personaje como si fuera otro monstruo distinto.

Trastorno de estrés postraumático

Los monstruos del estrés Los post-traumático fueron alguna vez parte de una raza de guardianes benevolentes que se corrompieron por una dolorosa y desconocida enfermedad. Solo quedo de ellos una cáscara retorcida de lo que algún día fueron, empezaron a anhelar una intensa oleada de miedo y trauma para conquistar su propio dolor tanto como si fuera una droga.

Estos monstruos se pueden encontrar acechando cerca a campos de batalla, acontecimientos traumáticos o desastres naturales, alimentándose del trauma colectivo y el miedo. A continuación buscaran a personas que participan en estos eventos para acecharlos, convirtiéndose en un recordatorio constante de ese dolor. Las víctimas se ven obligadas a revivir los momentos aterradores una y otra vez, mientras este monstruo se alimenta de su energía destructiva. El monstruo PTSD hace parte de la misma familia que del monstruo de ansiedad.

Trastorno obsesivo compulsivo

El monstruo obsesivo compulsivo es un titiritero cruel y manipulador que utiliza el miedo para controlar a sus víctimas. Frecuentemente se aprovecha de su personal cualidad, utiliza sus plumas estampadas y múltiples ojos para hipnotizar a sus víctimas, creando obsesiones intensas y aterradoras a menudo vinculadas con la propia seguridad o de personas cercanas. Las víctimas desarrollan compulsiones en las cuales llevan a cabo tareas repetitivas o actos mentales para evitar que la obsesión se convierta realidad o tratar de reducir temporalmente el miedo.

Este monstruo casi nunca es visto, pero su presencia casi siempre está allí. Los monstros de la Ansiedad y Depresión son usados frecuentemente por el monstruo TOC para mantener el dominio sobre su víctima.

Trastorno bipolar

El monstruo bipolar es en realidad dos conciencias opuestas que luchan por el control de un solo cuerpo.  Una conciencia expresa un constante estado de manía, sintiéndose muy excitable y activa, mientras que la otra está siempre de un ánimo bajo y depresivo. Sólo una conciencia puede tener el control, mientras que el estado inactivo lucha para tomar el poder.

Ellos usan feromonas para dominar y tratar de hacerse a cargo del cuerpo compartido, influyendo en cualquier persona que esté en estrecha proximidad con el monstruo, pasando a dominar a la víctima.  Ésta entonces experimentara estados alternados tal cual el mismo monstruo. Este monstruo es muy rápido y ágil, por lo que es muy difícil de identificar.

Mutismo selectivo

El monstruo del Mutismo Selectivo no es una criatura inherentemente mala, es considerado más como un carroñero travieso. Estos monstruos viven en una comunidad fuerte y ruidosa de criaturas, pero nacen sin la capacidad natural de hablar. Para encajar en su sociedad roban voces y las mantienen en una bellota ahuecada que llevan alrededor de sus cuellos. El monstruo puede hablar utilizando dicha bellota muy similar a un silbido.

Su sociedad favorece el robo de las voces dulces y agudas de los niños pero algunas veces buscan voces más maduras para probarlas. No suelen conservar de una voz por mucho tiempo y la regresaran de nuevo a su propietario original para buscar una nueva, que suene algo más fresca.

 

Fuente: actualidadenpsicologia.com

Por:Actualidad en psicología

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